sábado, 24 de diciembre de 2016

AMERICAN IDIOT - GREEN DAY


Hablar de American Idiot para mí es muy fácil. Como dulce introducción al caos, diré que es uno de mis discos favoritos, el primer disco de rock que escuché y todavía hoy, más de diez años después de que saliera y alrededor de seis de que lo escuchara por primera vez a mis catorce otoños, me sigue encantando. Para enfocar un poco mejor la crítica, voy con distintos puntos de vista sobre el disco definitivo de Green Day:
I. Por el bulevar de los sueños rotos
Este (intento de) historia empieza hará ya unos seis años. Por consejo de un amigo escucho el Boulevard of Broken Dreams, y todo encaja. No es la mejor canción de la historia, Lemmy nos libre, pero me engancha. Poco después me pongo el disco entero en internet (yo desconocía por aquel entonces el significado de la palabra vinilo) y me siento atrapado. Probablemente fuera el primer disco de rock que escuché en mi vida, a mis trece. Y qué decir. De repente lo entiendo todo. Eso es lo que me gusta, lo veo claro. Todos tenemos un padre o madre que nos dicen que escuchemos a tal y a cual, y amigos que comparten nuestra misma pasión-locura-enfermedad. Yo solo se que el día que escuché Boulevard Of Broken Dreams decidí que a mí me gustaba el rock and roll y ahora, decenas de conciertos y miles de discos después, cada vez que vuelvo a este álbum lo miro con un cariño enorme y a la vez con agradecimiento porque a partir de esto empecé con todo el resto del rock: gloriosos años setenta (para mí, los mejores), el punk, rock clásico de la quinta de Stones, Beatles, Creedence y demás, rock español, que lo tenemos y muy bueno, el heavy... No es un comienzo al uso pero fue mi comienzo. Play.
II. ...The rest of our lives on holiday
Las quintas de American Idiot son adictivas a morir, es energía pura. Una dosis de apenas diez segundos de este tema basta para curar la depresión de cualquier bicho humano. Después llega Jesus Of Suburbia, que es una de las mejores canciones de Green Day, y eso lo saben hasta los chinos de Rusia. Quién se iba a imaginar esto cuando, diez años antes, sacaban Dookie. Pues es que después suena un cañonazo como Holiday y te dan ganas de eso, de pasarte el resto de tu vida de vacaciones. En la actualidad cantada como "pulverize the Donald Trump towers", y es que los Green Day siempre han sido una banda muy posicionada políticamente. Hay momento para la pausa en Boulevard Of Broken Dreams, con una letra más profunda de lo aparente: "mi sombra es la única que camina ya conmigo, a veces me encantaría que alguien me encontrara". Y es que, ¿quién no se ha sentido solo alguna vez?
III. My name is St. Jimmy
Ese pedazo de chute de adrenalina que es St. Jimmy te devuelve a los Green Day de Nimrod y de Kerplunk, de Insomniac y de Dookie, y es que aparte de ser la canción más punk del álbum es un paso más allá en la evolución de Green Day. Otro disfrutable trallazo llega de la mano de She's A Rebel, un corte que derrocha furia por los cuatro costados y que pide a gritos un pogo. Como Letterbomb, una de las más infravaloradas del disco y que siempre ha sido de mis favoritas. Un rock and roll elegante y muy bien ejecutado por ese gran equipo rítmico que forman Tré Cool y Mike Dirnt. Wake Me Up When September Ends pone el toque más melancólico del álbum y probablemente de la carrera del grupo, dedicada a la memoria del padre de Billie Joe que murió de cáncer cuando él tenía solo diez años. 
IV. We're coming home (again)
Pero llega Homecoming, que es otro tema inmortal, mi favorito del grupo y en el que cantan los tres miembros de Green Day, y te pone de buen humor a los pocos segundos de oírlo. Sus más de nueve minutos son una joya, no le sobra nada y es una gozada de escucha. Siempre me ha encantado la parte que canta Tré, y siempre me ha dado mucha rabia que esta canción haya caído en el olvido. Y para terminar, Whatsername, que con un gran aumento progresivo de decibelios se convierte en una poderosa canción que, una vez más, se vuelve adictiva como el rock and roll. Se levanta la aguja, fin de la historia. Uno de los discos de mi vida. Sobran las palabras. Play!

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