Después de este LP hay otros intentos de volver a hacer discos interesantes, con Road To Ruin y Too Tough To Die como resultados más destacados. Pero la realidad es que con Rocket To Russia Ramones alcanzaron su cima particular, y no poseían la habilidad musical de los Clash de ampliar horizontes musicales más allá del punk, con lo que quedaron estancados en el género que inventaron.
Cretin Hop es un magnífico comienzo, rabioso y rápido, como suena un tema de Ramones, para entendernos. Vibrante inicio.
Rockaway Beach es uno de los temas más pegadizos del álbum, demostrando una vez más que pop y punk siempre han tenido mucho que ver en cuanto a objetivos musicales. Se podría decir que el punk es llevar el pop, ya de por sí simple, al extremo de esa sencillez con la consistencia guitarrera que todos conocemos.
En Sheena Is A Punk Rocker, el mejor tema del álbum, unos Ramones en estado de gracia más complejos de lo habitual nos enseñan lo que son capaces de hacer. Punk para todos los públicos.
We're A Happy Family transmite un estado de ánimo sumamente positivo, de un grupo que vivía su mejor momento.
Teenage Lobotomy es todo un logro punk, también de lo mejor del disco. Los gritos de Joey preceden un tema típico de la banda.
Do You Wanna Dance es la más acertada de las versiones, con una consistencia que compensa las carencias vocales frente al cover de Beach Boys. Y Ramona es un intento pop descarado para ver si al fin les ponían en las radios, que los ningunearon como a nadie.
Why Is It Always This Way supone un brillante final a un disco que pretende una vez más conquistar el mundo y que está más cerca que ningún otro álbum del grupo de conseguirlo.