lunes, 18 de agosto de 2014

HUNKY DORY - DAVID BOWIE


Aunque parezca mentira, este disco no fue un éxito cuando salió, en 1971. En aquel año todavía se conocía más a David Bowie por su Space Oddity que por cualquier tema de este álbum. Y eso que canciones hay, y de sobra, mejores que Space Oddity. Afortunadamente, el tiempo ha hecho justicia con este LP, siendo considerado uno de los mejores trabajos del duque. Fue el primero de tantos grandes discos que nos regaló Bowie en la década de los 70. Solo tenía 24 años cuando salió este disco, llevaba unos cuantos en la música, y ya tenía un disco más que interesante como es el The Man Who Sold The World, además de sus dos homónimos. En el momento en que salió, 1970, pasó más bien desapercibido. En cambio, 24 años más tarde, Nirvana graba su famoso acústico en Nueva York para la MTV, y aparece la versión de The Man Who Sold The World. De repente, The Man Who Sold The World es una gran canción y una de las mejores de David Bowie. Hay que joderse. Pero bueno, hay que quedarse con que al menos sirvió para que el gran público conociera una canción que es buena, no de las mejores de Bowie (no cualquier canción buena de Bowie es de sus mejores, es lo que pasa con artistas de su nivel) pero que merece sin duda mucha más repercusión de la que tuvo en su momento.
Volviendo a Hunky Dory, es un disco en el que sobran muy pocas cosas, pero hay algo que está claro y que se debe decir sin miedo: sobran las dedicatorias. Las dos peores canciones son los dos homenajes, a Andy Warhol y a Bob Dylan, sobre todo el de Andy Warhol. No cuesta trabajo creer que a Andy le horrorizara. El resto de temas del álbum son espectaculares. Casi todos ellos guiados desde el piano pero con un buen puñado de fantásticos arreglos, muestran a un David Bowie que, a punto de meterse de lleno en el movimiento del glam, empezaba a dar con la tecla de lo que de verdad quería hacer. Vamos con sus momentos más brillantes:
Que Changes es uno de ellos es como decir que los Beatles son de Liverpool. Hay cosas obvias, y Changes es un gran puntazo del disco. Pero solo el primero. Quedan muchos más.
Oh! You Pretty Things es un tema más guiado desde el piano y, aunque no tan brillante como Changes, es otra canción importante en el álbum.
Life On Mars? es lo mejor del disco, sin discusión. Ese piano es magnífico, y el estribillo es probablemente el mejor de toda su carrera. Cuesta pensar que no saliera como single en su momento. Salió en formato de sencillo en junio del 73, cuando Bowie ya había alcanzado un tremendo éxito. Pero, ¿y si hubiese salido a principios de 1972, como lo hizo Changes? Cosas inexplicables. En fin.
Kooks es una deliciosa balada que Bowie canta de manera magistral. Él hace crecer a la canción. Este es el ejemplo idóneo de cómo un artista puede mejorar una canción sin necesidad de grandes milagros. Simple pero efectivo. Parece hasta fácil. Pero no.
Quicksand y Fill Your Heart son dos temas que empiezan a confirmar que eso de hacer canciones de relleno no va con Bowie. Quicksand tenía todos los ingredientes para convertirse en tema estelar para tocarla en un estadio, y Fill Your Heart es espléndida. La única versión del álbum.
Queen Bitch es un anticipo de lo que vendría después. Aparece la guitarra liderando el tema en un gran momento. Muy grande.
Poco después de lanzar este disco dijo lo siguiente: "Sé que voy a ser grande, y eso en cierto sentido me asusta un poco". Cosas de Bowie. ¿Lo mejor? Que tenía razón. Larga vida al duque blanco.

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