lunes, 25 de agosto de 2014

DOOKIE - GREEN DAY


Los prejuicios, los putos prejuicios... Multitud de sujetos, a menudo puristas extremos y cerrados del punk, se han limitado a definir este álbum, más que con un nombre, con un no nombre. Me explico. En vez de decir pues suena a rockabilly, tiene influencias sureñas, es muy acústico, es claramente rythm and blues... Simplemente lo catalogaron como no punk. Enojados, más que nada, por el éxito que tuvo este disco cuando la ignorancia a Ramones o a Clash fue casi siempre desmesurada. Ahí está el error. El caso es que lo que hay en Dookie es punk, pero tocado más rápido y con una vena pop fresca nutriéndose de letras de masturbaciones, sexualidad, problemas mentales... En conclusión, es un disco extremadamente divertido y como para subir el estado de ánimo del ser humano más fúnebre. Punk, pero con una visión posterior de las cosas: habían pasado casi veinte años desde el inicio del punk cuando este disco salió a la venta. Obviamente, no era como el punk que los primeros Ramones tocaban. Los temas son pegadizos y terriblemente adictivos. Era el tercer disco de Green Day tras un discreto debut y un buen segundo disco, Kerplunk. Pero en Dookie fue donde se combinó todo. De esas veces que si algo puede salir bien, va a salir bien. Y vaya si salió bien. Es el mejor LP que jamás hayan sacado Green Day. Es un trabajo de juventud, que derrocha desparpajo y descaro, que tanta falta les haría en otros discos.
Y las canciones... son como una serie de granadas puestas en fila: van explotando con gran estruendo, una tras otra, pero lo hacen con tal rapidez que casi no hay tiempo para darte cuenta de lo que está pasando. Es como una montaña rusa de medio minuto de duración. Las emociones se suceden pero vienen tan seguidas que no puedes asimilarlo. De todo lo que hay, vamos con las que más hostias dan.
Burnout es una patada en el culo de comienzo. Tiene una fuerza arrolladora. Es un momento estelar. Tema decisivo, de lo mejor.
Having A Blast, que trata de la supuesta bisexualidad de Billie Joe, es otro excelente corte. Como un puñetazo en la nariz.
Welcome To Paradise, ya incluida en Kerplunk pero grabada de nuevo para Dookie, es un acierto. Idónea para entender el cambio entre los dos discos. Se puede madurar en dos años.
Basket Case es el momento más memorable de todo el álbum. Difícil decir si es la cumbre del disco, pero una de ellas por supuesto que sí. Con el tiempo se ha convertido en clásico.
Sassafras Roots es otro golpe bajo. De los que duelen, de esos que es imposible esquivar. Es otra canción brillante. 
When I Come Around está más cerca está de ser un himno que cualquier tema del disco. Todavía emociona cuando suenan sus acordes en directo. Memorable. Muy grande
Y la portada. Es todo un acierto, porque refleja muy bien lo que te vas a encontrar al reproducir el disco. Una obra maestra a cargo de Richie Bucher. Dookie. Un disco que no tiene pérdida. Green Day.

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